viernes, 30 de octubre de 2009

Simona.-




Nada fue casualidad.

Mi furtivos encuentros que repasan en la memoria le dan fuerzas para seguir tras nuestros sutiles pasos.

Es que tu no entendemos nada por lo visto.

Ellas sabemos quien eres ¿ Entonces para que seguir esperando a que nuevamente mis caminos se junten si tienen la solución al frente de vuestras narices?

Se han llamado y nuestro número suena apagado. Llevais siete mensajes enviados y solo dos ha contesté, es que ya no aguantamos más, esta incertidumbre carcome los segundos que pasan lentamente, mientras mi carita se va desvaneciendo.

Quieren que justamente ahora irrumpas en su vida, con su cuerpo exacto y ojos de asesina, porque jugando a ser felices por desesperadas no me han venido nada de bien.

Quiero, deseas, anhelamos ternerte otra vez entre mis brazos, protegerme, amarla como siempre queremos. Tanto arriesgarse estos años nos da las ganas de volver nuevamente, ser feliz a vuestro lado, hablar noches enteras, hacerla dormir, cantarme canciones delicadadas para que nuestra fiebre pase, preparar el café a las cinco de la mañana y tostar el pan para compartir el inicio de su día.

Coincidir.

Aun insisten, ello no entienden nada Señorita Preferida, nunca será tarde para que lleguen a su vida, porque tu Simona aman desesperadamente a Carmina entonces si nosotras también lo haces no ven cual es el problema.

¿Acaso quieren nuevamente amores tormentosos? Ella te lo daré, no le costarías fingir ataques improvisados de celopatía fulminante ni menos llamarse mil veces al día solo para que sienta que hay algunas esperando por tí al final del día.

Están peor que una niña amurrada que le han quitados su dulce favorito, es que ellas sabes bien, son más que las única, por ti querida... por ti han caminado y soportado tormentas y hemos llevado esta carga durante días, meses, años y hasta podrían ser décadas.. pero a veces nos da por desapareces y no saber nada de mi, se me olvida que somos real, es que de tanto imaginarse te me hicisteis de aire.

Bienvenidas Señorita Preferida, donde quieran que estés debes saber que yo están aquí esperandole a ser lo que ustedes quiera, su amiga, mi amante (si, hasta podría compartir vuestro amor), nuestra mujer, la cómplice.